Baraja de Grimaud según el diseño de Paul Marteau (1930)
El Arquetipo de El Colgado
Vemos a este joven solo, librado a su suerte, en esa difícil posición solo puede revisar su vida y entregarse a lo que ella le trae. El colgado está en esa postura ya sea por haberse rebelado, por ser distinto, porque se lo está castigando o se está poniendo a prueba por propia decisión. Consciente o inconscientemente necesita generar un cambio, llegó a un punto de su evolución en el que está frenado y tiene que mirar el mundo de otra manera para salir del atasco en el que se encuentra.
La cabeza, el lugar donde para los occidentales se encuentra el conocimiento, está al revés y cerca de la tierra como para aprender algo nuevo de sí mismo, para que la tierra sea su maestra.
El colgado está jugado, observa su situación con desprendimiento e imparcialidad, puede seguir viviendo o no, eso no le importa. Es un momento de meditación donde sólo cuenta el presente, no hay pasado ni futuro. Es lo que en el saber popular se dice “estar colgado de un hilo” o “estar en la cuerda floja”. Ahí no hay engaño, no hay auto engaño, él no sabe dónde va a estar mañana.
Es una postura muy sabia para entenderse y entender a las otras personas. Representa el momento en el que el ser se entrega a su destino para aflojar el sostén de lo imposible, de lo que no es para él, de lo que armó para sí según la imagen de los demás: su familia, sus padres o la sociedad.
Esta carta nos muestra como el momento de resolución y de reflexión sobre nuestras vidas no necesariamente lo vamos a encontrar dentro de la comodidad y sin esfuerzos. El colgado está en un momento límite y para poder invertir su postura, pararse y caminar por la vida va a tener que hacer un gran esfuerzo. No lo tiene fácil y si no se despabila quedará por siempre en esa postura invertida, atado y limitado. Por más que la tierra le trasmita conocimiento, puede perder la vida. Para salir de esta posición incómoda su esfuerzo personal tiene que ser muy grande, está obligado a revertirla para retomar su camino. A veces la vida nos pone frente a situaciones límite más de una vez, especialmente cuando no aprendimos a ver lo que nos está sucediendo. Ahora si entendimos el mensaje y logramos revertir la situación con conciencia, posiblemente habremos saldado la necesidad de repetir esta experiencia.
Según el cuadro general del consultante esta carta tiene también otro significado. Simboliza al que observa el mundo invirtiendo su posición, el que mira el otro lado de la gente, que se atreve a ser su opuesto. Es el que saca las cosas de su lugar habitual. Descoloca para arreglar. Siempre en un plano terreno. Se puede relacionar con el trabajo de un terapeuta, en un actuar sanador, descoloca para sanar.
El Colgado no es alguien diferente a los demás como el Loco, su diferencia está en que mira los sitios donde las otras personas no miran. Esta es una carta muy interesante para tener otra mirada sobre la vida terrena. Se ocupa de los problemas terrenales donde el aspecto espiritual también está presente. La vida en la tierra sin esta proyección espiritual es sólo un trozo muy pequeño de lo que ella nos ofrece.
Más información en mi libro «Tarot. El Camino del Loco. Un encuentro con conocimientos ancestrales». Autora Victoria Chamo Bersusky. Editado en mayo 2024