IIII.EL EMPERADOR (L’Empereur)

El emperadorBaraja de Grimaud según el diseño de Paul Marteau (1930)

Su rostro de perfil, su postura

Su postura sugiere a alguien que posa para que le pinten el retrato, tal vez para que lo preparen para grabarlo en las monedas. Posa para la posteridad, se sabe importante y muestra ostentosamente su poder, su cetro con la cruz del elegido.

 El Escudo y el águila

Se sabe el elegido y con su escudo y el águila muestra al mundo su conocimiento heredado. Seguro de su presencia, no necesita aferrarse al escudo, como la Emperatriz.

El escudo está apoyado en el suelo y ni lo mira. Él y el águila forman un dúo, se los ve como un conjunto, son compañeros, ambos de perfil miran hacia el mismo lado.

El águila del Emperador y el de la Emperatriz son iguales y diferentes, ambas están de perfil pero sus expresiones y las posturas de las alas difieren. Coinciden en la posición de las patas, ambas las tienen abiertas y apoyadas en los bordes del escudo.

Las águilas les confieren mucho conocimiento a El Emperador y a La Emperatriz. La diferencia está en que el águila y El Emperador son compañeros, actúan acordes. En cambio, La Emperatriz necesita aferrarse a su águila para mostrar a todos su origen y su presencia.

 El Arquetipo de El Emperador

El Emperador, como todas las figuras del Tarot, es complejo y contradictorio, es joven y es viejo, es sabio y es tonto, cree saberlo todo y no sabe nada. Al levantar el cetro y mostrarlo, revela su autoridad pero también su debilidad: necesita que lo vean.

Su postura displicente con las piernas cruzadas formando un cuatro y reforzando su número, remarca estabilidad y también debilidad. Necesita demostrar que él trae la estabilidad y la seguridad.

La Emperatriz muestra más abiertamente sus contradicciones. En El Emperador hay que encontrarlas, no se ven a simple vista pero están ahí. En estas contradicciones se manifiestan los aspectos humanos de estos arquetipos, lo que tienen de común con los reyes y reinas de los Arcanos Menores. Son mucho más que los reyes y reinas, tienen cetros, águilas, collares importantes, coronas especiales pero también muestran que son humanos. Están por arriba de los reyes y reinas y al mismo tiempo pertenecen a ese grupo humano. En cambio, el dúo del Papa y la Papisa no presentan estas contradicciones, muestran claramente lo que son.

El Emperador es el aspecto masculino del reinado sobre la tierra. Él reina sobre lo terreno y sabe también cuál es el hacer espiritual de la humanidad, qué trabajos tiene que hacer el hombre para librarse de sus dolores y sus culpas. Él lo ve todo sin sufrir por ello, sabe que ese dolor es necesario para crecer. Va a hacer todo lo posible para que la humanidad crezca sin dolor, pero si eso no es posible él sabe por qué es así.

El Emperador representa el hacer para muchos con una visión globalizadora de las necesidades de los hombres en la Tierra. Su mandato esta dado para resolver que ellos convivan, coman y crezcan respetándose los unos a los otros.

Para algunas mujeres es chocante este arquetipo con su manejo omnipresente del poder. Ejercer el poder cuando las circunstancias lo exigen puede ser necesario, ese no es el problema, pero si lo es el abuso de poder sin tener en cuenta las necesidades de la comunidad a la cual representa.

La energía masculina está en El Emperador, esta es una carta de fuerza, de acción. Contactar con su energía nos puede ayudar a llevar adelante nuestros proyectos con una visión más amplia, pensando en las otras personas, pensando en el país y en el Mundo.

La Emperatriz es la reina de lo cotidiano, de lo interno, de lo familiar, de lo comunitario. Ambas miradas se complementan.

Todas las personas tenemos todo, seamos hombres o mujeres en algún lugar está el arquetipo de El Emperador. Valorar esta figura e incorporarla nos sintoniza con la fuerza universal que necesitamos para plasmar con éxito nuestros proyectos, es otra mirada sobre la realidad, que ve el infinito, que va más allá de lo inmediato.

Más información en mi libro «Tarot. El Camino del Loco. Un encuentro con conocimientos ancestrales». Autora Victoria Chamo Bersusky. Editado en mayo 2024