En los cuentos de hadas una persona está buscando su camino, está perdida en el bosque y no sabe por dónde ir para llegar a su destino, su objetivo en la vida, llámese rescatar a una princesa, encontrar un tesoro u otros. En medio de la mayor desesperanza aparece una luz, la sostiene un hombre mayor, para no caerse la otra mano la apoya en un palo. En otros cuentos y a veces en sueños o enseños la persona que aparece es una mujer muy vieja sentada en una silla.

En el Arquetipo de “El Ermitaño” está representa la sabiduría del Universo sobre las emociones que movilizan a las personas, encarnada en una persona mayor que ha vivido mucho, que llega justo cuando necesitamos una gran ayuda en nuestra vida, un gran apoyo para saber hacia dónde debemos dirigir nuestros esfuerzos.

Cuando consultamos el Tarot y aparece El Ermitaño en la tirada, las personas consultantes debemos tener claro que nos están ayudando y entender los símbolos de la ayuda que recibimos. Con el Ermitaño el camino se nos abre, es la puerta a través de la cual veremos la luz para seguir adelante, es nuestro gran consejero particular.

Con la ayuda del Ermitaño podemos realizar el viaje interno que necesitamos, él nos aconsejará y dará las herramientas necesarias para dirigirnos hacia nuestro objetivo con éxito, atravesando todos los contratiempos. Su Magia, su gran conocimiento de las emociones, tiene el poder de potenciar la Magia que podemos encontrar dentro nuestro y que nos impulsa a caminar con seguridad hacia nuestro destino.

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